Einstein logró convertirse en un personaje muy famoso en
su época (algo bastante dificil para un científico), y sus encuentros con las
celebridades de aquellos días también han dejado grandes anécdotas y
curiosidades.
En una ocasión conoció a Marilyn Monroe y la actriz le
dijo: "Profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo. Sería perfecto.
Tendría su inteligencia y mi belleza"... Albert Einstein la miró fijamente
y tras una breve pausa le respondió: "Señorita Monroe, lo malo es que
saliera con mi belleza y con su inteligencia".